Al referirnos al campo visual, hablamos de dos espacios básicos de lectura:
El espacio códice, que corresponde al libro, la revista, el folleto. Su lectura es básicamente secuencial.
El espacio de la hoja, no enrollada ni plegada cualquiera sea su tamaño, desde el membrete de una carta hasta un afiche.
Su lectura es global y su tipografía particularmente “visible”, predominando sobre "lo legible".
La superficie a imprimir se llama mancha tipográfica. La superficie no impresa del campo gráfico forma parte integrante del diseño en forma activa. No se debe concebir la superficie impresa sobre un soporte inerte, ya que el éxito del conjunto dependerá de cómo se decidan estos blancos.
Campo visual y Mundo visual:
Tanto uno como otro son fruto de nuestra actividad visual, pero mientras el mundo visual responde al ámbito de la vida cotidiana, al mundo de nuestra experiencia consciente, el campo visual requiere para su visualización una actitud más analítica e instropectiva: tratar de ver el mundo, como si se tratara de un cuadro, formado por superficies coloreadas separadas por contornos.
(relacionar con el ejercicio de mirar con la ventanita de papel)
Las diferencias entre uno y otro se establecen en múltiples niveles:
Mientras que el mundo visual es ilimitado, continuo, sin centro, estable, compuesto por objetos constantes en su tamaño y forma y dotado de formas en profundidad, el campo visual es limitado, orientado en relación a sus márgenes, su dirección-desde-aqui es susceptible de cambio, presenta una escena en perspectiva, las formas carecen de profundidad y se deforman con la locomoción.
Se suele decir que el campo se siente y el mundo se percibe o que el primero es visto y el segundo conocido.
(+ info: Pensar la imagen, Santos Zunzunegui.1989)
Ilustración por Sofía Chouza