Diseñador gráfico y tipográfico argentino, egresado de la Universidad Nacional del Litoral; con un Master en diseño tipográfico en la Real Academia de Artes de La Haya (KABK) y obtuvo el diploma de posgrado otorgado "Summa Cum Laude" por Plantin Moretus Institute for Typography de Amberes, Bélgica.

Fue docente de tipografía en la Cátedra DCV Silvia H. González de Universidad Nacional del Litoral (Santa Fe) y Universidad de Buenos Aires (Argentina) y en la Design Academy Eindhoven.

Reside en La Haya, Países Bajos, donde dirige la “fundición digital de tipos” Re-Type donde ha publicado una decena de familias tipográficas de su autoría.
Sus tipografías Lavigne Display y Medusa han sido premiadas en la competición anual del Type Directors Club de New York.

En 2015 publicó el libro “The Curly Letter of Amsterdam”, una investigación sobre los rótulos de los bares de Amsterdam.

Ramiro fotografiado el 1ª de octubre de 2016 cuando recibió el diploma de posgrado.

Depende un poco de las características de cada proyecto. En ocasiones es muy grata la etapa de investigación, porque visito bibliotecas y descubro detalles en libros antiguos. Siempre se aprende mucho tomando contacto directo con las fuentes e indagando en archivos históricos. En otras oportunidades disfruto con la etapa de bocetado y dibujos. De lo que si estoy seguro es que la etapa del kerning es la que menos disfruto. Es algo muy tedioso y relativamente lento que todo el mundo metido en el diseño de tipos odia hacer.

No es demasiado diferente al de los diseñadores gráficos independientes, pero hay mucha menos interacción con clientes. Me levanto relativamente temprano y trabajo alrededor de unas 11 horas al día, tomando más café del que debería. Es un trabajo bastante solitario y puede parecer sacrificado, pero disfruto de la rutina haciendo cosas que me gustan y escuchando música. Las distracciones a menudo son el principal enemigo y hay que aprender a no prestarle demasiada atención a las redes sociales o a los emails sin importancia.

No tengo un método fijo y lo que vaya a utilizar también depende un poco de cada proyecto; si se trata de un diseño completamente propio, de un revival o si las formas están inspiradas en la caligrafía. Intento que exista una etapa manual en los comienzos porque creo que de esa manera pueden lograrse algunas formas algo más complejas que las que habitualmente se logran siguiendo la mecánica de los contornos Beziér.
En ocasiones, luego de semanas de estas trabajando con contornos digitales, a veces vuelvo a corregir o bocetar en papel para corregir determinados contornos que son difíciles de resolver con la computadora.

A quienes les guste mucho la tipografía y deseen profesionalizarse en ese campo, les recomiendo que hagan lo posible por aprender de los mejores maestros a los que puedan acceder. El diseño de tipos y la tipografía de calidad no son disciplinas fáciles. Se requiere un buen conocimiento de la historia del libro, buenas nociones de historia del arte y también el desarrollo de habilidades manuales. Es un poco comparable a aprender a tocar un instrumento. No es algo fácil y para hacerlo profesionalmente, hay que adquirir destreza y profesionalismo de acuerdo a estándares internacionales. Esto es importante porque el mercado de la tipografía es internacional. De nada sirve ser el mejor diseñador de tipos de tu ciudad. Para poder hacer una carrera en esta disciplina es necesario que existan clientes que valoren tu trabajo en un contexto global y para eso se necesita un buen caudal de autocrítica para poder corregir errores propios y luego practicar mucho para poder adquirir destreza.
Para entender la tipografía seriamente hay que conocer bien la historia del libro y contextos históricos tales como los conflictos religiosos Europeos y el rol de los gremios de artesanos.

Hace varios meses que estoy ocupado en el diseño de un revival de los tipos de François Guyot. Es mi proyecto de graduación para el curso que estoy haciendo en el Museo Plantin-Moretus. Guyot fue un punzonista francés del siglo XVI que vivió en Amberes y trabajó para Christophe Plantin. Si bien sus tipos no tienen la gracia y belleza de los que produjeron algunos contemporáneos como Garamond y Granjon, tampoco son malos y poseen algunos atributos interesantes. Los tipos de Guyot fueron populares en Inglaterra y muchas ediciones históricas de Shakespeare fueron compuestas con los mismos. Hoy en día, sin embargo, no existen buenas versiones de sus tipos, tan sólo una familia de Emigre llamada Tribute, que tiene muy poco que ver con los tipos originales. Mi versión está orientada al mercado editorial, con proporciones aptas para que pueda utilizarse en periódicos. Es probable la familia esté lista a fin del corriente año (2016).

¿Qué significa para un tipógrafo tener tipografías premiadas por la TDC? ¿Cómo influyó en tu carrera profesional?

Ganar premios es gratificante pero también hay que tener en cuenta que los premios son relativos. No envío siempre mis trabajos a concursos porque a veces los diseños tiene que ver con tradiciones tipográficas muy europeas u holandesas. Mi fuente Kurversbrug es un buen ejemplo. Es posiblemente la fuente de Retype más usada por los holandeses, sin embargo nunca pensé que un jurado en New York fuera a prestarle demasiada atención. En definitiva, los premios tienen una importancia relativa. Representan la opinión de un grupo reducido de personas que en determinado momento son reunidos para comparan trabajos sobre una mesa.
Los premios y concursos serios son importantes, pero no creo que haya que sobredimensionarlos.