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Universidad de Buenos Aires

Entrevista Juan Fernando Mercerón Marcano

Juan F Merceron Marcano   Juan Fernando Mercerón Marcano (Caracas, 1984)

Diseñador venezolano, diplomado de Tipografía en la Pontificia Universidad Católica Chile.
Fue colaborador y asistente del reconocido diseñador venezolano Álvaro Sotillo y de Gabriela Fontanillas en el estudio Visión Alternativa C.A. (VACA). Es colaborador del Laboratorio de Tipografía de Caracas.
Actualmente es socio y director de diseño de la editorial Libros del Fuego.
En 2012 fue seleccionado en la III Bienal Iberoamericana de Diseño de Madrid.
En en año 2016, ganó el II Premio Latinoamericano al Diseño Editorial, otorgado por la Fundación El Libro de Buenos Aires.
En 2018, recibió el Diploma de Honor en el concurso »Schönste bücher aus aller Welt«[Los libros más bellos del mundo], Stiftung Buchkunst en Leipzig, Alemania.

Ese mismo año, fue seleccionado como ganador en la categoría Complete Book Design en Applied Arts Magazine Awards en Toronto, Canadá.

Juan fotografiado durante las primeras Jornada de Diseñar para Leer en Buenos Aires, 2018 / ©Nolan Rada, 2018

 

En el mes de abril de 2018 fue jurado en la tercera edición del Premio Latinoamericano al Diseño Editorial.

 

¿Cómo fueron los comienzos de la editorial Libros Del Fuego? ¿Quiénes son sus integrantes?
 

La editorial fue fundada en Caracas en 2013. Yo no fui uno de los miembros fundadores pero si formé parte desde el principio cuando me invitaron a hacer el diseño como independiente. Con el paso del tiempo, y el trabajo en conjunto, pasé a ser parte de la sociedad que fue cambiando por diversas razones, y ahora somos tres socios formales —pero somos un grupo más grande que nosotros tres nada más—: Alberto Sáez, editor, Rodnei Casares, editor y encargado de distribución y yo que soy el diseñador. Aunque pareciera que cada uno tiene una función delimitada no es tan así, dentro de los oficios que cada uno practica: editor, librero y diseñador nos vamos »contaminando« y todos hacemos de todo.

 ¿Cuál es tu metodología para trabajar?
 

La verdad ninguna, el caos total, leo mucho, tomo anotaciones en una pequeña agenda y nada más, una mezcla medio peligrosa pero que me permite sentarme a probar las ideas en el computador con alguna idea, me gusta obligarme a probar cosas, salir de la zona de confort.

¿Qué le recomendarías a un estudiante que está en la universidad?
 

Prestar atención a su formación tanto en la universidad como en su vida fuera de ella, cultivar otra cosa, algún otro gusto: música, cine, literatura, deportes, no sé, cualquier cosa que no sea diseño.

Leer de todo, si no tiene que ver con diseño mejor, las »definiciones« más interesantes que he conseguido sobre diseño no están en los libros »sobre« diseño. Esto no quiere decir dejar de lado el estudio, todo lo contrario, la idea es no encajonarse.

La otra cosa es fijarse mucho en la tradición, no en la historia con mayúsculas sino en lo que se hizo antes, en los diseñadores pioneros de su país o región, por ejemplo. No dejarse llevar por la moda pues a veces no tiene sustento, las mejores ideas de libros que he visto no son de ahora, pero parecieran ser de hoy.

Y por último: jugar mucho, atreverse al error, sobre todo en la universidad que es el momento que se presta para eso, al salir de ella la realidad tiende a apagar ciertas cosas, habría que seguir esa frase de Schiller: »el hombre es hombre completo solo cuando juega«.


Tapa del libro Santiago se va, publicado por la editorial Libros del fuego  

Páginas del libro A la brevedad posible. Imagen superior: doble página. Imagen inferior: legales. / ©Beatriz Fernanda González
 
¿Cuál es la etapa de diseñar un libro que más te gusta?
 

Lo que más disfruto es componer tipografía, jugar con el formato, explorar esa parte que se dice muy equivocadamente »invisible«. Prefiero estar horas ajustando una composición irregular (rasgado, abanderado a la derecha), un interlineado, un espaciado, probando posibilidades de caja tipográfica en el formato que diseñar una cubierta, por ejemplo. Con esto no quiero decir que no me guste hacer cubiertas, solo que no es mi parte favorita, es muy tensa porque finalmente es lo primero que se juzga, pero solo es una capa de todas las que forman un libro. Para mí un libro es un todo entonces no me queda de otra. Si me preguntan creo que sería feliz siendo cajista, creo que soy más tipógrafo que »diseñador gráfico«.

¿En qué proyecto estás trabajando ahora?

 

En varios, en Libros del Fuego estamos trabajando en tres publicaciones nuevas, y en dos de ellas estoy sumando a colegas que aporten su toque personal a lo que hacemos, sobre todo ilustradores —un talento que no tengo— como Santiago Guevara en Bogotá y Harol Bustos en Valparaíso. También trabajo en tres libros más, fuera de la editorial, aunque con el equipo que la conforma y hay uno en especial que representa un reto en cuanto a su producción: un libro de la artista venezolana Eddy Chacón, y también estoy colaborando con el colega venezolano Ricardo Báez en el diseño de un fotolibro.

   
Libro del Segundo Concurso Nacional de Poesia Joven Rafael Cadenas, 2017
 

¿Cuál es la importancia de ganar un premio como el de Leipzig para un diseñador de libros? ¿Cómo influyó en la proyección de la editorial y en tu carrera profesional?

 

Los premios son valiosos si uno sabe tomar distancia y no creerse el cuento, a mi me generan una tensión que aprovecho para seguir exigiéndome a continuar haciendo las cosas bien.

El concurso »Los libros más bellos del mundo«, que se realiza en Leipzig, fue muy especial, pues hay una larga tradición de intercambio de Venezuela con Leipzig, una relación que ya suma 3 generaciones en 47 años y 25 diseñadores, sobre todo a través del trabajo de mi maestro Álvaro Sotillo quien ha recibido 3 Letras de Oro en ese concurso.

La otra cosa es que los premios ayudan a »validar« los caminos e investigaciones que uno se va planteando en el desarrollo del trabajo, a mi me impresionó mucho que el libro del II Concurso Nacional de Poesía Joven quedara seleccionado, es un libro que resume lo que hago: muy sencillo, sin solapas, pura tipografía, con el mínimo de recursos, casi a contrapelo de lo que normalmente se premia en esos concursos que es lo más experimental.

Por supuesto que verse al lado de diseñadores hiperfamosos —quizás demasiado— como Irma Boom, por ejemplo, es muy impresionante, y en ese sentido ayuda a dar a conocer el trabajo, no solo el mío, sino el de mi editorial y a lo mejor exagero el de una región, yo creo que los logros ya no son solo de Venezuela, también lo son de Chile, país donde resido y de donde es Javier Quintana, amigo tipógrafo que me permitió usar Violeta en el libro premiado, y de Colombia país donde mi editorial está también. Pero, si me preguntan de nuevo, creo que el premio más importante que he recibido es el II Premio Latinoamericano al Diseño Editorial, yo considero que ese esfuerzo de la Fundación El Libro es muy necesario para la región, para vernos un poco más, para pensarnos y por qué no: celebrarnos.

   
Próximo tren, libro publicado por la editorial Libros del fuego