Manu Vazquez y Javier Devicenzi nos invitan a conocer algo más de los tipógrafos/as y algunas historias detrás de sus diseños.
No es nada raro descubrir que los grandes tipógrafos encuentran inspiración en otros ámbitos importantes de su vida.
Hans Reichel es el diseñador de la Dax. Pero además es músico, luthier experimental, e inventor. Estudió violín desde los 7 años y volcó parte de esa pasión al crear el Daxophon.
Si observan las curvas de la familia Dax, notarán la relación formal con el instrumento musical de Reichel y sus distintas partes.
A Zuzana Licko, -pronunciar Lichco- diseñadora de la Mrs Eaves, no le agradaban las clases de caligrafía porque la forzaban a escribir con la mano derecha, siendo ella zurda. Esto no fue un problema para su formación tipográfica, y en 1984 cofunda Emigre, considerada la primera fundición tipográfica digital independiente.
La cuestión del “género” no es algo menor para Licko. La tipografía Mrs Eaves, rediseño de la Baskerville, tiene su historia particular: la Sra. Eaves fue contratada por John Baskerville como ama de llaves. Un tiempo después su marido la abandona dejándola a cargo de sus cinco hijos. El rumor del affaire entre Sarah Eaves y el tipógrafo se confirma cuando, después de enviudar, Baskerville se casa con ella. Además de musa, su nueva esposa colaboró con su trabajo como tipógrafo e impresor. Unos 200 años más tarde, Licko diseña Mrs Eaves a modo de homenaje a “las mujeres olvidadas” del ámbito tipográfico.
Diez años después de diseñar la Meta (apodada la “Helvética de los 90” por su extrema popularidad) Eric Spiekermann diseñó la familia Officina. Dotado de una curiosidad innata, a los 12 años ya hacía "experimentos" tipográficos desde el sótano de su casa.
Años más tarde, fuera del sótano y con una larga trayectoria a cuestas, la International Typeface Corporation (ITC) le encargó generar una fuente intermedia entre los viejos tipos característicos de la máquina de escribir y los tradicionales de imprenta. La idea de Spiekermann era crear una pequeña familia, legible y funcional, capaz de cubrir las necesidades de la correspondencia y la documentación generadas en una oficina.