Paseo tipográfico de Diego Lucero, ayudante de T3, por La Boca.
Filippo Tommaso Marinetti fue el fundador del movimiento futurista, que se rigió por una serie de manifiestos entendidos como armas de lucha y puntos de encuentro entre instancias teóricas, poéticas, políticas e ideológicas. Pensamientos vinculados a la acción guiaron la obra de los diversos artistas que conformaron el universo futurista expresado en la música, la pintura, la escultura, la fotografía, el teatro, el cine, la indumentaria, la danza, la arquitectura y la literatura.
Uno de los exponentes de este movimiento de origen italiano fue Fortunato Depero. Sus obras tipográficas se exhiben en la Fundación PROA.
Los artistas futuristas tenían como regla no proponer recorridos de lectura preestablecidos, los niveles de lectura dependen de las declaraciones de los diversos manifiestos. En la expo podemos ver algunas de las premisas de esos manifiestos: destruir la sintaxis, abolir la puntuación, los adverbios y los adjetivos.
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F. Cangiullo, Nodrizas. Cartas humanizadas en Italia Futurista, 1917
F. Depero, Luna Park Explosión tipográfica, Montaña rusa en Coney Island, 1929.
¡Encontramos las auténticas cartas de Filippo Tommaso Marinetti a Depero! En esta correspondencia puede apreciarse la ausencia de un orden lógico de lectura, en una suerte de reformulación de la hoja, donde lo visual presenta un recorrido de lectura más amplio, habilitando una simultaneidad de niveles de lectura maravillosa.
Los futuristas plasmaron tipográficamente las sensaciones y sentimientos (líneas de texto con cuerpos tipográficos grandes, que destacan lo que se quiere transmitir y líneas secundarias de tipografía más pequeña que representan sensaciones menores); también los ruidos (onomatopeyas como zang, tum, Tuuuuuum, por ejemplo), que son una clara alusión a la revolución industrial, como contexto histórico de la época.
Estas características del movimiento se pueden apreciar también en los trazos variables, en los grafismos “violentos” y en la caligrafía, por momentos ilegible.
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Filippo Tommaso Marinetti, Zang Tumb Tumb. Adrianópolis octubre 1912
Franceso Cangiullo, Al pie de la gruta, 1916
Corrado Govoni, Rarefacciones y palabras en libertad, 1915
Volt (Vicenzo Fani Ciotti) Arcos voltaicos, 1916.
F. Depero, proyecto pabellón publicitario Casa d’Arte Futurista Depero, 1927-1928.
En todos los casos, se evidencia la revolución tipográfica que significó presentar las palabras en libertad. Esta forma de presentación implicó el uso libre de variadas fuentes tipográficas. Esta libertad en el uso de tipografías constituye un legado que estos artistas nos dejaron.
Las premisas de los futuristas fueron posteriormente adoptadas por el dadaísmo, los constructivistas y la escuela de Stijl.
En el siglo XXI, cuando rompemos la sintaxis en un e-mail o cuando obviamos los acentos y la puntuación en el MSN y los SMS ¿estamos participando de una nueva revolución tipográfica, como la de los futuristas en el siglo pasado? ¿O es solo una cuestión de tiempo ante la inminencia de terminar un trabajo o realizar una entrega para la facultad?
El tiempo lo dirá…